Un sacerdote opositor. |
El sacerdote de Santa Sylvina es conocido en la ciudad por sus constantes críticas al intendente Gustavo Steven, también fue duro con docentes que hacen paros y otras problemáticas que se presentan en esa localidad.
Los sermones de la misa de los domingos, son el momento que el párroco Gustavo Yatuzis utiliza para cargar con munición gruesa y sin tapujos denuncia y dice públicamente, lo que pocos se animan a decir. Pero no solo en la Iglesia lo manifiesta, el sacerdote 2.0, utiliza la red social Facebook para escribir y denunciar hasta lo más grave que puede existir en una administración pública: “la corrupción”.
Las luces que no andan en la vía pública, fue el disparador que el cura utilizó para criticar a la gestión de Gustavo Steven, “todo el tiempo nos cansamos de insistir que nos arreglen las luces, Pero bueno, tendremos que arreglar nosotros la luz pública. ¡Qué vergüenza! No hay luz suficiente en el pueblo, no hay plantas, árboles. Ni qué decir del pavimento nuevo y de las calles de tierra. No tiene nombre. Esto parece un pueblo abandonado, en decadencia. ¿Parece? Un pueblo sin rumbo, sin cabeza”, dice en su publicación.
Pero no terminó ahí, ya que en otro párrafo, el Padre Gustavo Yatuzis comentó, “la Parroquia “compró” los focos, lámparas, y le dimos a los muchachos de la Municipalidad para que arreglen las luces. Porque nos dicen desde el municipio que “no tienen fondo para comprar los focos”. ¡Qué raro! Bueno, aquí en Sylvina nada es raro. En todo caso es sorprendente”. Para culminar su dura crítica el presbítero sentenció, “¡Lo que es capaz de hacer la corrupción!”.
EL TEXTO COMPLETO:
Del "oasis" al "desierto"
Muchos feligreses me preguntan por qué hace tanto tiempo las luces que rodean a la Parroquia San Antonio (calle Sarmiento y Acevedo) están totalmente a oscuras. Quiero responder por este medio: No sé. Lo que sí sé es que siempre pasa lo mismo. Entonces, las veces anteriores, la Parroquia “compró” los focos, lámparas, y le dimos a los muchachos de la Municipalidad para que arreglen las luces. Porque nos dicen desde el municipio que “no tienen fondo para comprar los focos”. ¡Qué raro! Bueno, aquí en Sylvina nada es raro. En todo caso es sorprendente.
Todo el tiempo nos cansamos de insistir que nos arreglen las luces. Pero bueno, tendremos que arreglar nosotros la luz pública. ¡Qué vergüenza! No hay luz suficiente en el pueblo, no hay plantas, árboles. Ni qué decir del pavimento nuevo y de las calles de tierra. No tiene nombre. Esto parece un pueblo abandonado, en decadencia. ¿Parece? Un pueblo sin rumbo, sin cabeza.
¡Lo que es capaz de hacer la corrupción!
Pbro. Gustavo Yatuzis
Fuente y Foto: Diario21.tv
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