Ilustración: Monte en La Simona, Sgo. del Estero. |
La adolescente pasó de jugar con las muñecas a cuidar a sus dos hermanos, luego de que madre falleciera. Así, en la intemperie fue cubriendo los espacios que su progenitora fallecida dejó y la ausencia de su padre diariamente debía salir a buscar trabajo para mantener a la familia.
Con el paso de los años, los hermanos fueron creciendo y el tormento para la menor comenzó a surgir. En primera instancia, dejó la escuela cuando era muy pequeña, por lo que hoy no tiene los conocimientos mínimos para poder transmitirlos a sus pequeños familiares. Luego sufrió el desapego de su padre, quien los dejó solos para retirarse de la casa y buscar dinero. La menor se convirtió en madre y padre de sus hermanos y en la esposa de su padre, en poco tiempo.
El hombre -un peón rural de unos 40 años- cada vez que llegaba a su casa del trabajo los viernes para pasar el fin de semana con sus hijos, sometía a sus más bajos instintos a hija mayor. Según contó la víctima a la policía, su padre la desnudaba y luego bajo permanente amenazas de muerte, la sometía sexualmente, mientras sus otros hijos dormían en la habitación de al lado.
Sin piedad, cada fin de semana, el depravado llegaba a su casa comenzaba a besar y a acariciar a su hija, a quien le decía que la mataría si no le permitía hacer con ella lo que él quería. Así, las vejaciones fueron aumentando y luego de dos años, cansada de ser violada por su padre, la víctima tomó la determinación de matarse. Consumió veneno veneno que había en su casa y salió al monte.
Allí fue encontrada por un vecino, quien le consultó que le pasaba y con sus últimas fuerzas, le dijo que no quería vivir más porque su padre la violaba.
De inmediato el poblador la trasladó hasta el hospital distrital de Los Juríes, en donde la menor le contó a la Policía el tormento que vivía desde hace dos años.
Los uniformados dieron participación del hecho al coordinador general de Añatuya, Dr. Mariano Gómez, quién ordenó la inmediata detención del acusado y que la menor sea sometida a estudios pertinentes al igual que sus hermanos menores de edad.
Fuente: www.nuevodiarioweb.com.ar
Con el paso de los años, los hermanos fueron creciendo y el tormento para la menor comenzó a surgir. En primera instancia, dejó la escuela cuando era muy pequeña, por lo que hoy no tiene los conocimientos mínimos para poder transmitirlos a sus pequeños familiares. Luego sufrió el desapego de su padre, quien los dejó solos para retirarse de la casa y buscar dinero. La menor se convirtió en madre y padre de sus hermanos y en la esposa de su padre, en poco tiempo.
El hombre -un peón rural de unos 40 años- cada vez que llegaba a su casa del trabajo los viernes para pasar el fin de semana con sus hijos, sometía a sus más bajos instintos a hija mayor. Según contó la víctima a la policía, su padre la desnudaba y luego bajo permanente amenazas de muerte, la sometía sexualmente, mientras sus otros hijos dormían en la habitación de al lado.
Sin piedad, cada fin de semana, el depravado llegaba a su casa comenzaba a besar y a acariciar a su hija, a quien le decía que la mataría si no le permitía hacer con ella lo que él quería. Así, las vejaciones fueron aumentando y luego de dos años, cansada de ser violada por su padre, la víctima tomó la determinación de matarse. Consumió veneno veneno que había en su casa y salió al monte.
Allí fue encontrada por un vecino, quien le consultó que le pasaba y con sus últimas fuerzas, le dijo que no quería vivir más porque su padre la violaba.
De inmediato el poblador la trasladó hasta el hospital distrital de Los Juríes, en donde la menor le contó a la Policía el tormento que vivía desde hace dos años.
Los uniformados dieron participación del hecho al coordinador general de Añatuya, Dr. Mariano Gómez, quién ordenó la inmediata detención del acusado y que la menor sea sometida a estudios pertinentes al igual que sus hermanos menores de edad.
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